sábado, 11 de julio de 2015

Dime

Dime por favor donde no estás
en qué lugar puedo no ser tu ausencia
dónde puedo vivir sin recordarte,
y dónde recordar, sin que me duela.

Dime por favor en que vacío,
no está tu sombra llenando los centros;
dónde mi soledad es ella misma,
y no el sentir que tú te encuentras lejos.

Dime por favor por qué camino,
podré yo caminar, sin ser tu huella;
dónde podré correr no por buscarte,
y dónde descanzar de mi tristeza.

Dime por favor cuál es la noche,
que no tiene el color de tu mirada;
cuál es el sol, que tiene luz tan solo,
y no la sensación de que me llamas.

Dime por favor donde hay un mar,
que no susurre a mis oídos tus palabras.

Dime por favor en qué rincón,
nadie podrá ver mi tristeza;
dime cuál es el hueco de mi almohada,
que no tiene apoyada tu cabeza.

Dime por favor cuál es la noche,
en que vendrás, para velar tu sueño;
que no puedo vivir, porque te extraño;
y que no puedo morir, porque te quiero.


(Atribuido a Borges. Autor: Gustavo Alejandro Castiñeiras. Nombre original: Poema de un Recuerdo)

jueves, 19 de marzo de 2015

En busca de la verdad

Frustración es la palabra que viene hoy a mi mente.
La imposibilidad de satisfacer deseos u objetivos impuestos  que no siempre elegimos nos hace preguntarnos: ¿Qué es lo que nos falta para poder lograrlo? ¿Qué estamos haciendo mal? ¿Por qué respaldamos en nosotros el deseo del éxito?¿Cuál es ese éxito que perseguimos? ¿Acaso será el éxito financiero? ¿O solamente buscamos cubrir la necesidad de sentirnos importantes y exitosos?
Tenemos que darnos cuenta que el éxito no significa ser millonario, tener autos de lujo o grandes propiedades. Debemos recordar que éste, puede encontrarse en cosas mucho más simples, tales como aprender a bailar, cocinar, concluir un objetivo propuesto o finalizar la lectura de un buen libro. Sin embargo, muchas veces lo que esperamos es otra cosa. Pretendemos obtener respuestas a preguntas retóricas, aquellas que tanto científicos como grandes filósofos y pensadores se han realizado desde tiempos inmemorables.

Si prestásemos más atención, lograríamos ver que en la vida nos cruzamos con mucha gente que llega al final de sus días sin ser felices, que vive sin despertar jamás.
Puede que lo siguiente resulte un tanto extremista, caótico, incluso algo pesimista. Pero… ¿Cuál es el sentido de realizar cualquier obra, si en el fin de los tiempos todo perecerá? Cada obra realizada en la historia, cada persona exitosa que conocimos o conoceremos, será olvidada algún día. Entendemos por otra parte que cada obra realizada por más pequeña que sea puede ayudar al progreso tanto a esta generación como a las siguientes.
Tal vez aquí debamos detenernos un momento y pensar ¿qué hacemos de nuestras vidas?, ¿para qué? ¿es lo que nos gusta realmente? ó lo hacemos porque es lo que la sociedad nos exige y nos dice que es lo correcto.
Muchos dirán que lo hacen solo por el dinero remunerado y luego con el mismo obtienen lo que los hace felices. Es cierto que el dinero ayuda enormemente a tener una vida más cómoda. ¿Pero realmente se puede afirmar que se está disfrutando de la vida? Deberíamos replantearnos qué es lo que en verdad deseamos. ¿Será que sólo se reduce a trabajar años en algo que no nos agrada por el solo hecho de obtener el dinero necesario para un auto nuevo, un televisor, o quince días de efímera felicidad?.

Quizás podríamos deducir que en la vida lo verdaderamente importante reside en dos simples objetivos:
El primero sería algo tan simple como, ser feliz. Siempre teniendo en cuenta que esa felicidad no perjudique la vida de otra persona. No debemos olvidar que nuestros derechos terminan donde comienzan los derechos del otro. Si bien ser feliz es una elección personal, es decir, una manera de ver y enfrentar las situaciones que la vida nos presenta, debemos agregarle el hecho de trabajar en algo que nos agrade, que nos motive. Esperar el lunes con ansias y no con el rechazo que le genera a la mayoría de las personas volver a la rutina.
El segundo, es realizar acciones altruistas. Ayudar al prójimo a pesar de saber que no  recibiremos nada a cambio. Incluso ambos objetivos se encuentran relacionados. Todos en algún momento ayudamos a alguien. Y nos produce una sensación única que sin duda es placentera, mostrándonos lo que verdaderamente somos. Además, con cada buena acción estamos mejorando la vida de otras personas y por consecuencia la vida de nuestros hijos. Preservando, ayudando y conduciendo a nuestra raza humana hacia una vida mejor.

Tal vez la vida consista simplemente en vivir el momento, en disfrutar las amistades, las alegrías, las cosas que amamos, el presente. Ya no existe el pasado y aún no existe el futuro. Cuando realmente existimos es ese fugaz momento en el que  prestamos atención a la situación que estamos viviendo, desde jugar un juego, contemplar un paisaje, apreciar una película o un libro.
Después de todo es ahí donde reside la felicidad. En los momentos que nos sentimos alegres, ya sea solos o acompañados. Sin embargo, no podemos permitir que la felicidad dependa de cosas materiales porque éstos en algún momento se extinguen, y junto con ellos, nosotros. Y saldremos a buscar algún objeto nuevo que nos haga sentir vivos, cayendo en un círculo vicioso de felicidad-desdicha. 
Como se mencionó en el párrafo anterior, la felicidad la creamos en el día a día, en la elección de serlo desde el fondo de nuestro ser, que somos luz. Seres infinitos, inmutables e imperecederos. Pues somos chispa de la fuente más grande y única que existe. Energía que nos mueve y nos guía sin nuestro consentimiento.

A pesar que sabemos todas estas cuestiones, la gente no logra alcanzar la paz interior. Muchos necesitan saber qué hacer con sus vidas. Tal vez aquellos que viven sin cuestionarse sean más felices. Aunque la necesidad de saber, de conocer la vida, nos hace seguir preguntándonos todo tipo de cuestiones, filosóficas, metafísicas, etc.  Hay que reconocer que es gracias a esto que el hombre ha podido evolucionar. Algo dentro nos exige buscar la verdad.  
“Conocerán la verdad y la verdad os hará libres” dijo Jesús. Esa verdad única, irrefutable e inalterable.
¿Cuánto nos llevará? ¿Cuánto nos costará? Tal vez la pregunta sea ¿Cuándo estaremos listos para saber la verdad? Tal vez no en esta vida. ¿Y qué debemos hacer mientras tanto?
Un sabio dijo una vez que el secreto está en aprender a aceptar las cosas, las situaciones, la vida. Puede que aceptar nos ayude a comprender mejor. Aceptar no es rendirse, no es olvidar. Aceptar, es liberarse.
¿Deberíamos vivir entonces  en la búsqueda continua de respuestas? o ¿vivir sin cuestionarnos?

No obstante de la duda nace el sabio; tal vez una palabra demasiado cautivante como para dejar de interrogarnos.

lunes, 16 de marzo de 2015

Eterno Resplandor



Un pequeño poema...

Eterno Resplandor

Desde un mar azul
Observo tu esperar,
Más no tenía aún
Fuerzas para continuar.

Mi corazón intermitente
Tu calor comienza a anhelar,
Mientras una luz suavemente,
Me muestra hacia dónde mirar.

Por favor nunca me olvides,
Yo siempre te habré de recordar.
¿Cómo te podría olvidar?
Si nunca me dejé de preguntar...

¿Por qué brillas como un ángel?
Como un ángel celestial.
Que sin duda habrá de amarme
Y cuidarme hasta el final.


No olvides compartir, tal vez a alguien más le guste.

Gracias.

viernes, 13 de marzo de 2015

Mientras te observo


Confieso que a veces me gusta observar a las personas. Con el tiempo he descubierto que se puede lograr ver cuan inocente puede ser una persona en su estado más puro y tranquilo.
Tuve la oportunidad de escribir lo siguiente, respecto a dicho momento, sobre alguien...


En apenas un pequeño instante, puedo dilucidar la verdadera naturaleza de tu ser. La abstracta figura de tu cuerpo, ya no existe frente a mi. Es en este fugaz momento en que puedo conocer tu verdadera luz, que destella desde dentro. Tan pura y transparente te vuelves en este fragmento de tiempo ilusorio que compartimos. Mientras te observo callar y tranquilamente, apenas respirar.

Brillan tus ojos perlados, reflejando la imagen cambiante frente a ti. Yo desde aquí, logro percibir tu vivir. Emanando la vida tal cual es, simple, sin pensamientos, sin preocupaciones, sin disturbios. Simplemente estando ahí, permaneciendo... Y es en este instante donde me quiero quedar, en este instante... donde el ahora, se vuelve eterno.




Si te gustó, no olvides compartir. Tal vez a alguien más le guste.

Gracias.

jueves, 12 de marzo de 2015

Destellos

Este escrito es de hace un tiempo. Y he decidido sea el post que a inicie una nueva etapa en mi vida.
Deseo compartirlo con la esperanza de que ayude a alguien a animarse a revisar su vida y cambiar lo que crea necesario. Espero sea de su agrado, sin más preámbulo, se los dejo:

DESTELLOS

Sobre parpadeantes guías albinas me dirijo hacia lo intrigante y desconocido.  
Entregándome a los brazos del destino, me pregunto, si el mismo es un juego de cartas repartidas al azar, o si podría ser la mera atracción de lo que deseamos.
El mundo que ves es lo que tu mente crea. Y si creo el mundo que veo, me pregunto si podré distorsionarlo.
Entre una lluvia de pensamientos que destellan en mi mente, logro capturar una idea diferencial. Como una estrella rebosante  de vida brillando en el lienzo nocturno, desvanecido por las luces urbanas. Esta idea se destaca con júbilo por su inherente incertidumbre.
¿Hacia dónde me lleva la vida? Y no creo que me sea suficiente el  ¿A dónde?, sin que surja inmediatamente el  ¿Cómo? pretende llevarme.
De pronto comienzan los debates entre diversas ideologías como la denominada “Ley de atracción” donde nos argumenta  que todo lo que nos sucede es a causa de nuestros pensamientos. Y es cuando uno se pregunta si el destino está escrito o se va formando con el pasar de las acciones. Inclinándome con gran convicción hacia lo segundo. Ya que el camino se va creando a medida que vas avanzando.
Según el budismo todo es causalidad. Es decir, las cosas se rigen por la ley de causa y efecto.  Inclusive recuerdo las palabras de una eminencia científica que dijo, “Dios no juega a los dados”. Por lo tanto como podría creer que las cosas suceden por azar. Es cierto que hay situaciones que escapan a nuestro control. Creo que todo sucede por algo, aunque escape a nuestro entendimiento. Es por eso que debemos intentar controlar hasta donde podamos, y con lo que no podamos debemos aceptarlo y adaptarnos de la mejor manera. Solo perdura aquel que mejor sabe adaptarse a los cambios.

Por un tiempo me pregunté cual era el sentido de la vida.
Un día le preguntaron a Edison que era la vida. Y él respondió: “La vida es vida, solo ¡Vívela!”.
Entonces comprendí  que no hay un sentido de la vida único. Que el sentido de la vida es el que tú quieras darle. Por lo tanto deduzco que puede haber tantos sentidos de la vida como personas en el mundo. Entonces como uno debe decidir qué sentido darle a su vida. Creo que el mejor de todos es siguiendo un sueño, o estableciendo una meta. Entonces uno debería preguntarse si lo que haces todos los días es algo que te acerque a ese sueño o realmente estás haciendo algo que te sea indiferente.

Por lo tanto respondiendo a la pregunta inicial, puedo deducir que la vida me va a llevar donde el corazón quiera que me lleve. Y si toda la decisión está en uno también puedo elegir el ¿Cómo quiero llegar?.  Lo cual no significa que no tenga obstáculos y adversidades en el camino. Aunque lo importante no son los problemas, sino mi actitud frente a los mismos. Porque he comprobado que la vida te devuelve tarde o temprano lo que brindas. Y es por lo mismo que es preferible dar sin esperar nada cambio. Porque sé que la vida es justa. Porque no importa en qué creas, lo importante es andar por la vida con FE, que es andar por la vida con amor, porque el amor es lo único que se multiplica cuando se lo divide. Entonces prefiero andar viviendo en positivo. Porque si vibras en positivo, atraes cosas buenas. Y si atraigo cosas buenas mi vida será plena. Entonces viviría contento, y seguiría pensando en positivo. Lo cual se tornaría en un círculo virtuoso. Y cuando uno se encuentra en un buen estado emocional comienza a ver los problemas desde otra perspectiva. No se aferra al problema, sino que comienza a buscar una solución. Que siempre la hay por mas oculta que se encuentre. Porque lo imposible solo se encuentra un poco más lejos.
Y cuando uno encuentra la solución es feliz. Y ser feliz, es el sentido que le deseo dar a mi vida, porque ser feliz es una decisión, no una condición. 



Espero les haya gustado. Les agradezco sus comentarios y que compartan el post. Tal vez le ayude a alguien más.